Hasta acá manejé varios modelos eléctricos, algunos muy tope de línea como el Ioniq 5 de doble motor o el Tesla Model S P100D, y otros más simples o en el fin de su ciclo como el Kwid E-Tech o el Leaf. Ahora, con el Megane E-Tech llega el turo de probar en la vida cotidiana un modelo 100% a baterías que podríamos denominar como normal.
Ya sé, me vas a decir que sale dos fortunas, pero no creo que estés leyendo esta nota con interés de comprarlo, sino de ver qué tal es un crossover del segmento C, 100% eléctrico y sin excentricidades (dos motores, 0 a 100 en 3 segundos, etc). Vamos a la prueba de manejo del nuevo Renault Megane E-Tech.
Megane E-Tech: ahora crossover
Hasta acá conocimos varias interacciones del mismo nombre: cabrio, coupé, CC, sedán, hatch y MPV (Scenic), pero para esta nueva era del Megane, Renault decidió vestirlo a la moda, de crossover. Uso esa definición y no SUV porque sus proporciones de techo bajo dan más familiar con toques aventureros.
Estéticamente el nuevo Megane eléctrico es simple y robusto con trazos redondeados, buenas ancas en el pilar trasero y algunas aristas que tensan las superficies. Lo más anguloso son los pasos de aire delanteros que dan el toque techno, pero lo más destacado son las luces principales, DRL y de giro, todo LED, que te dan una bienvenida al mejor estilo “disco”.
Cintura muy alta, manijas de puertas escondidas, las delanteras que se enrazan, las traseras en el pilar C, marcos inferiores en negro brillante, megarombos y luces traseras interconectadas rematan el trabajo estético donde destaco el diseño de las llantas de 18”.
Megane: interior E-Tech
Si el exterior del nuevo Megane eléctrico es sobrio, el interior me parece un lugar destacado con una mezcla de retro modernismo muy lograda. Abrís la puerta y te reciben las dos pantallas iluminándose en un estilo que me hizo acordar a KITT. Los asientos también tienen ese aire de antaño en su estilo y tapizado, y lo mismo pasa con el puente central abierto cuya consola flotante debajo del equipo multimedia me hizo recordar a los ceniceros de hace décadas.
Lo bueno de esta cabina es que lo lindo no quita lo práctico, los controles están a mano, con algunas teclas físicas en la base de la pantalla, la consola flotante tiene cargador inalámbrico, y del otro lado de puente hay apoyacosas, puertos USB y guantera. Abajo del puente hay un espacio de guardado fácil de acceder y con varios espacios modulables.
Respecto de la calidad percibida, todo es sólido y está firmemente ensamblado, el torpedo está tapizado con una textura lograda y los decorados son buenos, a lo que hay que sumar la iluminación ambiental y pequeñas secciones en una suerte de nobuk, todo con materiales reciclados o reciclables.
Plazas traseras y baúl del Megane eléctrico
Al tener las baterías abajo, este E-Tech tiene piso totalmente plano, algo que se aprovecha junto a la inmensa distancia entre ejes del modelo, sin embargo, no se siente tan espacioso atrás por el techo tirando a bajo y el tapizado en negro. Las amenidades incluyen salidas de aire direccionales, USBs y contrapuertas con materiales suaves y porta botellas.
El baúl del Megane es amplio, tiene 440 litros bien aprovechables, con un piso profundo, buen tapizado y respaldos reclinables asimétricamente. Debajo del suelo pasa lo esperable en estos modelos eléctricos, hay un gran foso donde se pueden guardar el cable de carga y el kit de reparación de neumáticos.
Megane E-Tech: pantallas, confort y seguridad
Arrancamos por las dos pantallas, la del cuadro de instrumentos de 12,3” con visualización clara y mucha información, y la segunda de 9” que es práctica, no tiene navegador propio, incluye conectividad para Android y Carplay inalámbrica, además de menús lindos y fáciles de usar.
Hay una tercera pantalla, y no es un Head-Up Display sino el retrovisor con cámara. Como en casi totos estos sistemas, el reflejo te puede molestar, pero podés pasarlo a espejo normal, aunque ahí la visibilidad se limita por lo estrecho de la luneta trasera.
La dotación de confort es peculiar, no hay techo de cristal y las butacas son de regulación manual, pero hay calefacción para ambos asientos delanteros y volante. El estéreo suena muy bien, las luces ambientales pueden cambiar solas o podés elegir entre más de 80 tonos y además tenés el botón del Multi Sense que cambia todo el “mood” del auto según distintos parámetros que incluyen la dinámica.
Respecto de la seguridad, tenés prácticamente todo lo que se puede ofrecer hoy, incluyendo la dotación de full ADAS que funcionan todas bien, sin tirones o peleas.
Megane E-Tech: así es manejar un auto eléctrico “normal”
Antes de arrancar vamos a setear la interacción entre máquina y persona que nos ofrece un volante extraño, de formato medio cuadrado, pero de buen agarre y regulación amplia en altura y profundidad. Los asientos son muy cómodos y, curiosamente para un auto francés, el asiento es largo. La visibilidad para atrás es mala, pero para eso hay cámaras y sensores.
Apretás botón, tirás de la palanca “al volante”, acelerás y el Megane E-Tech es un auto de lo más normal para manejar, con dirección y pedalera de tacto correcto, suspensiones algo secas, especialmente atrás, pero de correcto confort general, y la obvia baja rumorosidad de un vehículo eléctrico. Pisá a fondo y al no tener que rebajar (tiene una relación fija como casi todos los EV) pega un latigazo total, aprovechando el inmenso torque instantáneo del motor eléctrico.
Salís a la ruta y el Megane E-Tech también es súper normal, quizás sentís que hay más ruido de roce aerodinámico por la falta de sonido mecánico. Los 220 CV (160 kW) del motor no parecen tantos, especialmente cuando hay que mover más de 1.600 kilos, pero los 300 Nm son aplastantes cada vez que das un pisotón.
80-120 km/h Megane E-Tech
- En D: 4,8 segundos
- En Sport: 4,4 segundos
Estamos hablando de cifras propias de un 3.0L turbo y el empuje, además de instantáneo, es parejo y constante.
Consumos Renault Megane Eléctrico
- A 120 km/h: 18,5 kW/100 km
- Urbano: 15,2 kW/100 km
Renault declara una autonomía de 450 km para la batería de 60 kWh “llena”, en mis mediciones me está dando 325 km en ruta y 400 en la ciudad. Si, me vas a decir que no llegás a Mar del Plata de un tirón, pero tenés pilas para andar varios días sin recargar en ciudad, y si conseguís un cargador lo suficientemente rápido podés conseguir hasta 300 km en 30 minutos.
Conclusiones Megane E-Tech
¿Lo compraría? No me alcanza, pero creo que aún hoy en mercados avanzados, los modelos eléctricos logran recios competitivos cuando tienen incentivos fiscales.
Sacando de la ecuación el factor compra, lo que si me interesa de este Megane es ver como un auto eléctrico hoy puede reemplazar casi perfectamente a uno de combustión, ofreciendo incluso prestaciones ruteras impactantes.
¿Autonomía? En uso normal tenés de sobra como para olvidarte de dejarlo cargando de noche y seguir andando varios días. El uso ruteo queda más limitado, al menos para un viaje largo hasta que haya una red de cargadores más grande y rápida.