En los últimos seis meses, Stellantis tomó varias decisiones para sus marcas en EE.UU, marcando un giro total en su estrategia, incluyendo el regreso del V8 HEMI de 5.7 litros a la RAM 1500 (que ya es un éxito), la continuidad del Jeep Wrangler Rubicon 392 con motor 6.4 L, e incluso se habla de una posible Gladiator con el mismo corazón.
Las últimas decisiones de Stellantis en Norteamérica reflejan un cambio de prioridades, motivado por la debilidad en la demanda de vehículos eléctricos, además de la presión de consumidores que no quieren despedirse de los V8, y ajustes internos en la dirección del Grupo. Además, la RAM 1500 REV eléctrica fue cancelada, al igual que la versión híbrida enchufable "4xe" de la Gladiator, y ahora, llegan rumores que apuntan a una tercera víctima.
Según el sitio Moparinsiders, Stellantis habría decidido cancelar el desarrollo del Dodge Charger Daytona SRT Banshee, la versión más prestacional del muscle car a baterías, que se iba a posicionar como un "Hellcat eléctrico". La decisión se debería a que el Charger Daytona eléctrico de 400V no tuvo la recepción esperada, y apostar por una versión más radical con arquitectura de 800V y un precio que probablemente superaría las seis cifras, se convirtió en un riesgo demasiado grande en un momento en que los consumidores parecen enfriarse con los EV.
El futuro inmediato de Dodge está más cerca de los motores de combustión y la hibridación ligera que de la electrificación total. Tim Kuniskis, actual CEO de Ram y figura clave en la resurrección del V8 HEMI, parece decidido a mantener viva la esencia visceral que los entusiastas demandan.
Por ahora, la marca estadounidense está lanzando los Charger SIXPACK con motor Hurricane y versiones de cuatro puertas que ampliarán la oferta, pero para los fanáticos de Mopar, parece que Dodge escucha, y el rugido del V8 podría volver más pronto de lo que se imaginan.
