Hay varias consideraciones que usted, amigo lector, amiga lectora, debe saber del Renault Arkana antes de darles nuestra opinión sobre el más reciente lanzamiento de la marca del rombo.
Primero, Chile fue el primer país lationamericano en recibir el Arkana con esta configuración, por eso lo hemos probado allí mismo, donde Autocosmos también está presente.. Vale recordar que en Rusia se lanzó el Arkana, pero construido sobre el actual Dacia/Renault Duster. Este que manejamos hoy, en cambio, utiliza la plataforma CMF-B de la Alianza Renault Nissan, que es la misma sobre la que se construyen los Renault Clio y Captur europeos, por ejemplo.
¿Qué quiere decir esto? Dos cosas. Primero, este Arkana, que se produce en Corea en la planta de Samsung (y que se vende como Samsung XM3), es más moderno que el de los rusos, aunque menos capaz en el off-road. Y segundo, que pese a las extensiones de carrocería que realizaron los diseñadores, la base sigue siendo la de un auto compacto, y no la de un SUV mediano, como las medidas del Arkana nos sugieren.
Renault Arkana 2021: exterior
Partamos por las dimensiones. El Arkana mide 4,54 metros de largo, 1,82 metros de ancho, 1,57 metros de alto y tiene entre los ejes 2,72 m. Son dimensiones del un SUV-C, como el Toyota RAV4, y levemente más grande que un Hyundai Tucson y un Peugeot 3008.
Por supuesto que lo primero que llama la atención es su silueta tipo coupé, con un pilar trasero muy inclinado, un baúl relativamente corto y elevado, y una postura bastante agresiva. A simple vista diría que es un coupé en todas sus líneas, si no fuera por los aditamentos estéticos que lo convierten en una especie de crossover: paragolpes delantero y trasero robustos y elevados, molduras plásticas por los contornos bajos y en los guardabarros, llantas de mayor tamaño y un mayor despeje al piso.
La estética sigue la línea de los nuevos modelos de Renault, partiendo por el Megane IV con las óptcas frontales con la clásica firma C-Shape en LED, la parrilla en forma de V unida a los faros (y que en nuestra unidad de pruebas es negra brillante), un capó muy nervado, una sutil línea de carácter que une el guardabarros delantero con las puertas delanteras, laterales relativamente limpios y luces traseras que replican el diseño luminoso en forma de C y van unidas por una larga franja LED que imita el lenguaje del frontal, recorriendo el ancho completo de la zaga.
Las llantas de aleación de 17 pulgadas son de serie, pero nuestra unidad tope de gama ofrece unas hermosas ruedas bicolor de 18 pulgadas que le quedan muy bien al paquete ya que no se ven tan pequeñas. Diría que es un diseño coherente con la marca. Si lo vemos a lo lejos, no hay forma que no veamos un Renault en la calle, por mucho que la silueta deportiva no pueda confundir. Y personalmente me gusta mucho.
Renault Arkana 2021: interior
Voy a ser franco: espera mucho más del habitáculo del Arkana. Quizás el agresivo diseño exterior nos invitaba a ver algo distinto en el interior.
Partamos por los materiales. Como ha sido la tónica en la marca, no destaca por la elegancia de sus materiales, que son correctos al tacto pero nada superlativos. Sin embargo, hay una correcta apreciación de calidad constructiva. Todo está bien ensamblado, no hay bordes filosos, nada se siente suelto. Bien construido, aunque por este precio uno podría esperar más polímeros de tacto gomoso o elementos metálizados.
El diseño es bastante similar al del Clio de nueva generación. Es moderno y elegante, pero se queda corto en funcionalidad. Destacan sus botones auxiliares en forma de teclas y la pantalla del sistema de infoentretenimiento de 7" en voladizo (con conectividad a Apple CarPlay y Android Auto). Pero esta no cuenta con botones de acceso directo y hay que hacer malabares para interactuar con ella.
Para solucionar este problema, Renault instala desde hace años un mando detrás del volante, pero no está a la vista y toma su tiempo acostumbrarse a la posición de los botones. En una era en que existen los volantes multifunción fáciles de usar, esta solución no me parece la más funcional. Cuestión de gustos.
Todas las versiones ofrecen volante forrado en cuero y freno de mano eléctrico. La variante intermedia agrega botón de encendido y tapizado de cuero. La tope de gama incluye detalles de calidad como los marcadores digitales de 10", asientos delanteros con ajuste eléctrico, iluminación ambiental y techo panorámico.
La habitabilidad del Arkana es más que buena, gracias a sus generosos 2,72 metros de batalla. El acceso a las plazas posteriores es algo estrecho por la caída del techo (ojo con los cabezazos), pero luego, hay un respetable espacio para dos ocupantes adultos o tres niños. El tope es la anchura, no la altura ni el espacio para las piernas. Otro problema es que la plaza central tiene como respaldo un apoyabrazos, que es duro. Pero diría que es un buen lugar para llevar pasajeros.
Por supuesto, hay apoyacabezas en las tres plazas, cinturones de tres puntas y anclajes isofix, además de dos puertos USB y salidas de aire independientes para la segunda fila.
El baúl es grande, con algo más de 500 litros de capacidad. Cuenta con un fondo móvil para dos posiciones, y un cubre carga que se levanta junto con el portón. El problema es que tanto espacio se explica por la ausencia de una rueda de auxilio de tamaño completo.
Respecto de la seguridad, el Arkana ofrece de serie frenos de disco en las cuatro ruedas con sistema ABS y asistente de emergencia AFU, control de estabilidad, asistente de partida en pendiente, airbagas frontales, laterales y de cortina. La versión tope de gama Intens agrega alerta de punto ciego y de tráfico cruzado, asistente de estacionamiento y sensores en 360°.
Renault Arkana 2021: manejo
Uno de los puntos altos del Arkana en su motor, un cuatro cilindros naftero de 1.3 litros turbo (TCe 260), que está fabricado en conjunto con Mercedes-Benz y que se puede encontrar en algunos modelos compactos del fabricante alemán (Clase A o el GLB).
Eroga 150 CV y 255 Nm de torque, y está asociado una transmisión automática de doble embrague y siete cambios, con embragues húmedos y fabricada por Getrag. El Arkana ofrece modos de manejo MySense, Eco y Sport, aunque sólo en la versión más equipada. La marca homologa rendimientos entre 12,8 y 19,6 km/l. A nosotros nos dio unos 10 km/litro (modo Sport) en un ciclo urbano moderno, con zonas de congestión, lomas de burro, semáforos y autopistas urbanas.
Como decíamos, lo mejor del paquete dinámico es la respuesta del motor, contundente en todos los rangos, aunque hay una sensación de turbolag en la salida bajo las 1.500 rpm. A partir de las 2.000 rpm se siente muy bien, con una buena sensación de energía cuando se requiere. Eso sí, siempre y cuando vayamos en modo Sport, ya que el modo ECO es insufrible (nuestra opinión, a algunos les gustará) por lo lento.
La caja no nos gustó, no gestiona bien el motor y no parece de doble embrague porque es demasiado lenta en las reacciones. Hay momentos en que el auto se pasa de vueltas y la caja no pasa el cambio. El auto funciona mejor en velocidad que a baja velocidad. No entra en rango de turbolag, es despierto y ágil, y puede entretener bastante a quienes buscan motor despierto ya que, además, la dirección tiene buen tacto y responde rápido.
La puesta a punto del chasis es un equilibrio entre confort en ciudad y ágilidad en ruta. Diría que es más parecido a un Megane que a un Koleos, es más crossover que SUV. Tiene suspensión trasera de eje semi rígido, pero hay que llevarlo muy al límite en curva para que se perciba. No nos parece un factor en este modelo. Los amortiguadores tiene un tacto firme, pero son capaces de aíslar el habitáculo de los malos pavimentos sin transmitir molestias a las manos del conductor. En velocidad mantiene la carrocería bastante recta y ofrece un buen nivel de aplomo, pese a que es un SUV con más peso, más rolido y un centro de gravedad alto.
La cabina está bien insonorizada pero se filtran los ruidos. A 120 km/h se escucha mucho el ruido aerodinámico, pese al diseño deportivo del auto. Aquí hay trabajo para Renault.
Renault Arkana 2021: conclusiones
La apuesta de Renault con el Arkana responde a las nuevas tendencias del mercado. Por su concepción y manejo, es más parecido a un auto, pero por diseño y puesta a punto, se acerca bastante a un SUV.
El diseño es un punto fuerte, como también lo es el motor. Está bien equipado de serie y tiene un paquete de seguridad completo desde la base. Ofrece conectividad, confort y un ambiente grato. Pero no es barato. Pelea en un precio donde hay otras opciones tanto o más atractivas, cuestión de gustos.
Nos gustó la propuesta de diseño y su motor turbo. No nos gustó la caja y ciertos problemas de funcionalidad interior. En todo caso, es un auto para recomendar.